Publicado el 25-10-2021
Cuando compramos un auto, no solo recibimos sus llaves y nos vamos felices conduciendo, asumimos que debemos contratar un seguro y que durante los primeros años, tendremos que efectuar unas serie de mantenciones que permitirán cuidarlo y hacer uso de las garantías que ofrece cada marca.
Lo mismo ocurre cuando adquirimos las llaves de un departamento; para muchos, se corona el esfuerzo de años y pasa a ser uno de los momentos más felices de su vida, por lo que también merece cuidados y un mantenimiento periódico para que todo funcione y se conserve con el pasar de los años.
Para que su vivienda se conserve de la mejor manera en el tiempo, debe ser sometida a un correcto uso, es decir, acorde a ciertas medidas de cuidado, aseo y respeto por la función específica de cada una de sus partes.
Debido a lo anterior, se hace necesario contar con un plan de mantenimiento que abarque un conjunto de operaciones y cuidados necesarios para que las instalaciones, las unidades de departamentos y los edificios puedan seguir funcionando adecuadamente.
Y en ese sentido, las inmobiliarias cumplen un rol fundamental, puesto que posibilita a cada nuevo usuario o propietario, un manual de uso y mantención de la vivienda, el cual entrega información relevante respecto a los cuidados específicos que requiere cada departamento.
Junto al manual y la recepción del departamento, corroborando que todo esté en perfecto funcionamiento, los propietarios también son informados de los plazos de las garantías legales dependiendo el tipo de falla y que es importante recordar:
Fallas estructurales: son las que afectan pilares, cimientos, techumbres, etc., y tienen una garantía de 10 años desde que la Dirección de Obras hace la recepción definitiva del inmueble.
Fallas en las instalaciones: 5 años posteriores a la recepción en la Dirección de Obras Municipales. Esto considera desperfectos en ventanas, pisos, aislamiento, gas y sanitarios, entre otros.
Fallas en las terminaciones: esta garantía cubre averías en pinturas, cerámicos, muebles empotrados, quincallería, etc., y tiene un plazo de 3 años a partir de la inscripción en el Conservador de Bienes Raíces.
En definitiva, conocer los componentes de la vivienda, hacer un correcto uso de ellos y realizar las mantenciones de rigor es clave para proteger las garantías de calidad de la vivienda a la que todos los propietarios tienen derecho en nuestro país.
TIPS
LAS MANTENCIONES QUE TODO PROPIETARIO DEBE CONOCER
Con el objetivo de garantizar la vida útil de una vivienda, se requiere una preocupación constante. Recuerda siempre que el uso y el paso del tiempo dejan su huella sobre las construcciones, pero haciendo las mantenciones y reparaciones periódicas recomendadas, se podrá alargar la vida útil de nuestras viviendas.
Preventiva: es aquella mantención que detecta oportunamente posibles fallas, solucionando problemas antes que se originen; se realiza planificadamente en el tiempo.
Correctiva: se trata de la mantención que resuelve los problemas en desarrollo que afectan la calidad de vida o seguridad de los residentes de un edificio; se realiza cuando las maquinarias, instalaciones o equipos presentan fallas visibles y repentinas.
De rutina: Chequear que todo esté en orden se desarrolla habitualmente y es de fácil solución.